Soy Matador, de Boedo y copero

La gloria golpeaba la puerta. Una vez más. Y los muchachos, con su esencia matadora, no la dejaron pasar y le dieron la bienvenida a un nuevo título: vencieron por 3-1 a Hacoaj en el microestadio de la UNLaM, que se llenó de Cuervos poniéndole color a la tribuna y, así, fueron campeones de la Copa Metropolitana.

El encuentro fue de alta intensidad, con ambos equipos manteniendo el volumen de juego en los cuatro sets disputados. El primer chico arrancó parejo, con San Lorenzo y Hacoaj defendiendo la recepción hasta llegar a un 18-18, ahí el Ciclón se puso firme en el bloqueo, tomó ventaja y robó el primer chico por 25-22. El segundo capítulo fue de Náutico, que redondeó un excelente set a la hora de rematar y se lo llevó por la misma diferencia: 25-22. Pero en ese momento se despertó un Ciclón, que primero arrasó para ganar el siguiente parcial por 25-19 y después luchó hasta el final en un memorable cuarto set. Punto por punto. Golpe por golpe. Salto, bloqueo y remate. Para definirlo en un 32-30 y colgarse la medalla de oro como campeones metropolitanos.

El camino al título fue extenso y duro, pero el Ciclón logró un campañón: en la fase regular ganó cinco partidos (Boca, Club Italiano, UAI Urquiza, Hacoaj y Vélez) de los seis disputados, ya que sólo cayó ante UNLaM. De esta forma, logró clasificarse directamente a las semifinales de la Copa, donde vencieron por 3-1 a Club Italiano, para que Náutico Hacoaj sea el último rival, que sufrió la embestida azulgrana en el partido definitorio, también por 3-1.

Marcelo Benavídez, el DT de los muchachos que se sumó para esta temporada, se mostró emocionado por haber logrado dar la vuelta olímpica: "Siento una alegría inmensa, trabajamos mucho para conseguir esta Copa. Es la primera vez que el club disputa una final de una competencia ligada a la División de Honor y coronarlo siendo campeones no tiene precio. Como técnico, no queda otro rol que acompañar y tratar de guiar a los muchachos, que dejaron todo. Les quiero agradecer tanto a ellos, como a los dirigentes del club que nos apoyaron en todo momento".

Mientras tanto, Manuel Quiroga, el capitán del equipo, quien tuvo el honor de levantar la Copa, agregó: "Poder terminar este año siendo campeones es un premio al esfuerzo para todo el plantel, que tiene muchos jugadores jóvenes surgidos del club, eso demuestra el proyecto que tiene San Lorenzo en vóley. El principio de año fue difícil, las cosas no salían, tuvimos una charla interna y nos propusimos remontar la situación. Así fue: demostramos que al equipo le sobran ganas, que deja todo en cada partido y que se mata entrenando".

Patricio Vera, que elegido el MVP de la final, cerró: "Tengo una sensación de desahogo, con este título demostramos la evolución y todo el trabajo que desarrollamos a lo largo del año. No tuvimos un buen arranque de temporada, peleamos por mantener la categoría, lo logramos y ahora estamos tocando la gloria. Además, vencimos a un gran rival, que no da una pelota por perdida y para vencerlo hay que atacar cuatro o cinco veces. Esta vuelta olímpica se la dedico al equipo, como broche de oro del esfuerzo. No puedo pedir más: ser campeón, con la gente alentando desde la tribuna y con mi familia que me vino apoyar".

Ahora sí. ¡Salud, campeones! Y brindemos con las copas más lindas que tengamos.

Fotos: gentileza Metrovoley