El Viejo Gasómetro

Se inauguró hace un siglo, en aquel 1916 que tenía al mundo en guerra, a Albert Einstein publicando su Teoría de la Relatividad y a Hipólito Yrigoyen gobernando a la Argentina. El Gasómetro de Avenida La Plata no tardaría en convertirse en uno de los estadios más importantes del país: cuerpo de madera, corazón de hierro y alma generosa, popular, de Boedo y todo el cielo, un coloso que podía albergar más de 75.000 espectadores. Símbolo del barrio, tuvo su bautismo futbolero el 7 de mayo de aquel año, cuando San Lorenzo venció 2-1 a Estudiantes. Leyendas como Jacobo Urso, Federico Monti y Luis Gianella jugaron esa tarde. El Gasómetro (apodo que sustituyó todo nombre oficial y cuyo origen tiene que ver con su similitud con los depósitos de gas de aquel tiempo) fue sede de la Copa América en sus ediciones de 1929, 1937 y 1946. En su césped brillaron equipos legendarios, como el de Farro-Pontoni-Martino, los Pistoleros del 59, los Carasucias y Los Matadores de los 60’s, el bicampeón del 72, y a su alrededor vibró el deporte en su totalidad, además de los carnavales de tango y jazz, los recitales inolvidables (desde Carlos Santana hasta Sandro) y el ingenio incomparable de la Gloriosa hinchada de San Lorenzo, que compuso sobre sus tablones los primeros hits del fútbol nacional. Su último partido allí se jugó en 1979 (empate sin goles ante Boca) y el sueño latente es que, en poco tiempo, la pelota vuelva a rodar en ese predio. “Vamos a volver”, promete el pueblo sanlorencista. Y así será, para emoción de millones alrededor del mundo.

El Viejo Gasómetro

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