Los títulos de las Divisiones Juveniles se festejan por duplicado. Por un lado, la alegría de una vuelta olímpica para la institución siempre es una buena noticia y, por otro, el sabor de que el futuro es prometedor ilusiona. E ilusiona mucho. Este fin de semana, la Séptima División venció 3-0 a Boca en la gran final del campeonato y se consagró campeona de su categoría.
En un partido parejo, donde los dos equipos se repartían la tenencia pero no aparecían las situaciones de gol, el sanjuanino Ladstatter se filtró en el área, recibió un pase de Miroglio y, a los 32 minutos, la punteó con la zurda para la apertura del marcador. Cuatro minutos más tarde, llegaría la joyita de la tarde: Miroglio, el enganche, tomó la pelota desde afuera del área, sacó un remate en ángulo y estiró la ventaja. Un verdadero golazo. Después, San Lorenzo jugó un encuentro inteligente teniendo la pelota y cuidando el arco propio para aferrarse a la diferencia en el marcador. En la última, Pity Fernández metió un contragolpe formidable, definió incómodo, tapó el arquero de Boca y, en el rebote, Oscar Arias (el lateral por la derecha) la empujó para el 3-0 definitivo.
En el turno del domingo, la Novena División tuvo una tarde difícil ante Vélez, que se puso 3-0 en los primeros minutos e hizo que San Lorenzo tuviera que remar desde abajo durante casi todo el encuentro. De todas maneras, el resultado no empaña el gran torneo que hicieron los más chicos de las juveniles que ilusionan para lo que viene.