Un triunfazo. San Lorenzo revalidó su chapa como puntero ganándole 3-2 al escolta, Liceo Naval, con goles de Camila Goroso -2- y Valeria Ocampo en Ciudad Deportiva.
Desde lo planificado hasta la magia individual. Desde lo predecible hasta lo improbable. En el primer tiempo, San Lorenzo usó dos herramientas bien diferentes para lastimar al rival. El primer tanto llegó con una jugada de laboratorio: preparada en el córner corto para armarle el remate a Camila Goroso que no dudó y la clavó en el ángulo inferior izquierdo. El segundo grito fue una jugada personal de Valeria Ocampo que trazó una gambeta de derecha a izquierda y desgarró la red con un fuerte bochazo. Es que sí: hay goles que nacen en la semana y otros se inventan en la cabeza de alguna jugadora. Sobre el final de los primeros 35, Liceo descontó, se puso a tiro y dejó el suspenso para el complemento...
El segundo tiempo entraría en una meceta sin emociones hasta el inicio del último cuarto. Ahí, otra característica del Ciclón le permitiría el tercer tanto: las ganas. Nimo luchó en el área rival, tiró un buscapié y, a puro choque, Ocampo la empujó despacito a la red para ampliar la diferencia. La historia no terminaría allí, porque Liceo Naval volvería a descontar y San Lorenzo tuvo que aguantar los minutos finales defendiendo con alma y vida la ventaja. El corazón azulgrana volvió a dar premio y Las Cuervas se quedaron con el triunfo.
El próximo sábado, desde las 16 en condición de visitante, San Lorenzo enfrentará a B.A.C.R.C para extender la racha. ¡Vamos por más, Cuervas!