¡Un Ciclón bicampeón!

La Ciudad Deportiva está llena de historias que impulsan un corazón que late al compás de todos los deportes. Los sábados están llenos de atractivos, de familias apoyando, de amigos divirtiéndose, de goles, de tiros, de atajadas. Uno de todos esos condimentos es el handball, que a lo largo del día, disfruta de todas sus tiras jugando el torneo de FEMEBAL en la cancha destechada de la Ciudad Deportiva. Ahora la que puso el santo grito en el cielo fue la categoría Cadetes, que se consagró campeona en el Clausura y, sumado al éxito en el Apertura, alcanzó el Bicampeonato. ¡Enorme, chicas!

 

En el Apertura, San Lorenzo logró 11 triunfos en 12 partidos disputados. Ahora fue muy similar: 11 de 13. Dos campañas para poner en un cuadrito. En este caso, el Ciclón solo tuvo un traspié: ante SAG en la última fecha. Después, un empate ante el Club Guernica y las demás, todas victorias, con 289 goles a favor y 211 en contra, dejando una importante diferencia de +78, siendo el equipo con mejor promedio en el campeonato. Además, la historia tuvo el condimento especial ya que el logro se dio en la anteúltima fecha, en el clásico con Huracán en el Salón San Martín, con el triunfo por 22-20 y la vuelta olímpica en casa, con las familias apoyando y con un momento eterno para cada jugadora.

 

Javier Bazán, el entrenador de las chicas, comentó: "La clave fue la identidad que están teniendo estos grupos. Las jugadoras se acostumbraron a pelear campeonatos, por lo cual se esfuerzan en mejorar cada día ellas mismas, y nos hacen el trabajo mucho más sencillo. Por otro lado, seguimos apuntando al crecimiento general de todas las categorías: en Minis, Infantiles y Menores pulimos el trabajo técnico y el aprendizaje de base. Lo que me toca a mí, son las Cadetas: una etapa de trampolín de madurez para las chicas que más adelante nutrirán a la Primera".

 

Por otro lado, el DT aprovechó para comentar lo que necesita un plantel ganador: "La identificación con el club, con el deporte, con los amigos, con los compañeros y con las familias. El respeto por el esfuerzo y el trabajo, sin duda, son impulsores para alcanzar este tipo de objetivos. No es fácil: son horas de entrenamientos, son compromisos asumidos cada domingo, son decisiones que llevan a dejar de hacer cosas y ponerse la camiseta del Ciclón para llevarlo a los primeros puestos de la disciplina".

 

"No tengo dudas: en alguno de estos años, estas chicas estarán representando a San Lorenzo en la Primera División y lo harán de la mejor manera", cerró Bazán.