A minutos del inicio, Basile abrió la cuenta para el Celeste, que empezó a desarrollar su juego: esperar el error y lastimar de contraataque. Baisel igualó el marcador, pero un bombazo de Farach volvió a poner en ventaja a los de Villa Devoto. Después, Basile y Salgues anotaron el 4-1.
Pero San Lorenzo no se desanimó, intentó con alma y vida pese a no siempre acertarle al arco. Vidal y Villalva descontaron aunque no alcanzó y el triunfo fue para Kimberley por 4-2.
El aplauso de la gente resonó en Benavídez. Y no es por nada: San Lorenzo redondeó una enorme campaña: 25 triunfos, 5 empates y sólo 10 derrotas, con 152 goles a favor, un estilo de juego que quedó impregnado en cada jugador y una base que está para luchar cosas importantes. El cielo podrá esperar.
El quinteto inicial fue: Steccato, Stazzone, Baisel, Villalva y Vidal. Ingresaron: Bottini, Quintairos, Cardone, Menseguez y Massa.