¡A festejarlo con todo! El Ciclón lo dio vuelta y se trajo un triunfazo de Tucumán. Porque el 2-1 ante Atlético supone un empujón clave en la recta final del Clausura, no sólo en la tabla, sino en lo anímico. Con fútbol y mucho corazón, el equipo de Damián Ayude logró su quinta victoria en el torneo, ya suma 19 puntos y sueña con la clasificación a los playoffs y a la Copa Sudamericana.
Todo se hizo cuesta arriba cuando, a los 8 minutos, una jugada fortuita puso al Decano 1-0. Un centro que no pudo ser despejado y que Ortiz aprovechó para darle el triunfo parcial a los locales. Pero el Ciclón reaccionó. Y luego de un par de aproximaciones (un disparo de Gulli desde fuera, una pared Cuello-Cerutti-Cuello que Alexis no logró definir bien), el Ciclón logró el empate. Fue ya en tiempo de descuento, cuando el arquero Mansilla le cometió infracción a Cuello. Y el propio delantero anotó desde el punto del penal, para llegar al descanso con un 1-1 tranquilizador.
Con el ingreso de Herazo desde el comienzo del complemento, San Lorenzo fue más profundo. Y a los cuatro minutos, luego de un córner, Tripichio anticipó en el primer palo y consiguió el 2-1. Se gritó en Tucumán, se gritó en Boedo. Y el equipo, lejos de conformarse, pudo aumentar la ventaja. Le faltó precisión para liquidarlo antes, sufrió un poco con la arremetida final, pero redondeó un merecido triunfo.
¡Vamos, Ciclón! ¡Vamos por más!