San Lorenzo está en todas partes, siempre listo para tender una mano o regalar una sonrisa. Es un sentimiento que anida en el corazón de millones y, además, un club que jamás olvida su rol social. Y si se trata de llevarles un momento de alegría a niños y niñas que no la están pasando bien por alguna dolencia, más todavía.
Este miércoles 13 de enero, en una acción conjunta entre el Departamento Social y el Futsal Masculino, una de las disciplinas que nos llena de orgullo, por su talento y compromiso, el Club hizo entrega de juguetes, zapatillas y golosinas a la Casa Garrahan. Este emblemático lugar, desde 1997, les brinda albergue, contención y alimentación a niños y niñas, junto a sus madres, que residen a más de 100 kilómetros de Buenos Aires y se atienden en los hospitales Elizalde, Garrahan o Gutiérrez mientras cumplen tratamientos médicos ambulatorios o esperan diagnósticos de enfermedades complejas.
Beatriz Resnik y Juan O’Donnell, de la Fundación Garrahan, recibieron a la delegación azulgrana, que también incluyó a los jugadores Damián Stazzone (capitán y símbolo del Futsal de San Lorenzo), Lucas Bolo y Gerardo Menzeguez, y a Gabriel Bolo, integrante del cuerpo técnico. Resnik y O'Donnell agradecieron el gesto con mucha efusividad.
La felicidad de quienes reciban la sorpresa será, como siempre, la mejor recompensa para San Lorenzo.