El romance entre San Lorenzo y el tango es eterno, como la propia música, como la leyenda de aquellos bailes de carnaval con las grandes orquestas. En estas calles empedradas sigue vibrando ese sonido que nos identifica y que es parte fundamental de la idiosincrasia porteña. Por eso, que el “dos por cuatro” vuelva a brillar en nuestro club, bajo el mismo cielo de antaño, nos llenó de emoción.
Ocurrió durante el cierre de la “Semana de Boedo”, en un Polideportivo “Roberto Pando” que se puso de gala, como correspondía al evento. Y que contó, además, con otras manifestaciones artísticas. Ya desde temprano, el Grupo Artístico de Boedo se brindó como siempre, pintando un hermoso mural conmemorativo junto con niñas y niños del barrio, que lo intervinieron a su gusto.
Luego, fue el turno de la Bibliomóvil, primera actividad realizada en el marco del convenio que el Club firmó con la CONABIP, Comisión Nacional de Bibliotecas Populares dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación. Dicho convenio dispone la creación de la "Biblioteca Popular San Lorenzo de Almagro", incorporando así al circuito nacional de bibliotecas populares, a la Biblioteca Osvaldo Soriano que funciona desde el año 2007 en la Casa del Vitalicio. En esta biblioteca itinerante, Bibliomóvil, hubo lecturas a cargo de los escritores Silvina Gruppo y Haidu Kowski, un público muy atento y ganas de seguir cultivando el maravilloso hábito de la lectura.
A partir de las 19 comenzó la actividad tanguera, en la que la Subcomisión de Cultura trabajó para cuidar cada detalle. Primero se impartieron clases de tango y milonga a los concurrentes. Y, más tarde, nos deleitamos con el talento del Chino Laborde y Basilio Fernandez, como también del Laurel Tango Trío y de la Orquesta Escuela de Tango Nuevo. Su magia le dio un espléndido marco a la velada, que se extendió hasta la medianoche con una milonga inolvidable, que hizo brillar el parquet del Pando. Más de 250 personas pasaron por la pista y sobró emoción en abuelos y abuelas, y sobró alegría entre los jóvenes que nunca vivieron aquellos carnavales legendarios... Hermosa jornada, en definitiva, que tanto tiene que ver con nuestras raíces. ¡Gracias a quienes participaron!